jueves, 1 de marzo de 2012

Sentimientos de una bulímica

(Artículo estilo "Octavio Paz")

Caminas, sientes miradas, volteas; pero, a la vez, te miran todos y no te hace caso nadie.
No te encuentras, realmente no sabes quién eres. ¿Serás la de la revista? O ¿tal vez la del anuncio en la calle? Posiblemente te parezcas más a la modelo de pasarela.
¿Te has visto al espejo? ¡Claro! Si es tu mejor amigo, no existe nadie más que se atreva a decirte la verdad. Pero ríes, hablas, caminas, vas en automático y de repente miras a tu alrededor y no ves más que dolor.
Nadie sabe por lo que pasas, no existe alguien que te entienda, cómo te entenderían si no han escuchado los juicios, las criticas, no han sentido las miradas desgarradoras, penetrantes. ¿Cómo puedes ser tú si no puedes ser nadie?

Te da asco, no la sociedad, tú. ¿Hacia dónde ir si sigues contigo? Algo dentro de ti te dice hazlo, no pierdes nada o ¿qué? ¿Eres tan inútil que ni poner tu dedo dentro de tu boca puedes?
Acabas de encontrar la solución. Por fin podrás ser esa modelo que tanto has anhelado. Ahora sólo eres tú y tu cuerpo, no podrías desear algo más.

Llegar a la muerte, una causa improbable y, si es así, “después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida” (Benedetti)

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